LAS 10 PROYECCIONES ECONOMICAS PARA EL 2016
ofA Merrill Lynch Global Research ha dado a conocer su
perspectiva para los mercados en 2016, pronosticando un año de modesto
crecimiento global, el comienzo de un crecimiento económico lento para
Estados Unidos, mercados emergentes en recuperación y retornos de un
solo dígito dirigidos por cíclicos de alta calidad. Sin embargo, con las
dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, preparadas
para divergir en sus políticas monetarias y una contraria expectativa
de mayor debilidad en China, las perspectivas para el mercado el próximo
año son de tensión en torno al crédito, las tasas y los riesgos en los
mercados de tipo de cambio.
Los analistas
de la firma de investigación mejor calificada a nivel global,
resumieron sus perspectivas para el mercado estadounidense y las
economías globales con un optimismo templado. Se prevé que, cuando la
Reserva Federal comience a aumentar la tasa de fondeo federal, la
política monetaria tome el escenario central como el tema principal de
2016. Sin embargo, la baja inflación, la mejoría en los fundamentales y
el apoyo de las políticas deberían augurar un buen futuro para la
expansión económica global, los consumidores y las oportunidades de
inversión.
Siendo cautelosamente positivos, la perspectiva de la firma se basa
en un crecimiento más fuerte y tasas más altas; sin embargo,
virtualmente todos los sectores están enfrentando riesgos
macroeconómicos y disrupciones en la innovación. Se espera que las
inversiones de valor superen al crecimiento a principios de 2016, y se
prevé que Main Street supere a Wall Street en la medida en que el
riesgo de cola de las tasas bajas, los precios del petróleo y el
incremento en el empleo continúen beneficiando a los consumidores.
"Estamos observando un mercado cada vez más optimista, con un gran
potencial al alza, aunque también estamos viendo el comienzo de un
lento, y estable crecimiento en los mercados de capital y cambios
impulsados por la innovación en el ciclo comercial", señaló Candace
Browning, Directora de BofA Merrill Lynch Global Research. "Las mejores
oportunidades para los inversores podrían ser encontradas entre las
acciones más cuidadosamente seleccionadas y con dividendos sanos, y las
inversiones temáticas se hallan en los innovadores que darán nueva forma
a las dinámicas de los mercados durante la próxima década", añadió.
En este contexto, el equipo de BofA Merrill Lynch Global Research
señala los siguientes 10 puntos macroeconómicos para el próximo año:
1. S&P 500: La última "jugada anti crediticia". Se
prevé que el Índice Standard and Poor´s 500 alcance los 2.200 puntos
para finales de este año, comenzando una trayectoria hacia los 3.500
puntos en 10 años. Las ganancias en el año implican un 5% de retorno
para el S&P, aproximadamente lo equivalente al crecimiento en los
beneficios a 125 dólares en los beneficios por acción (EPS por sus
siglas en inglés) de 2016. Con un crédito sensible a las inversiones
como el riesgo más grande para 2016, el S&P 500 podría ser visto
como "la última jugada anti crediticia": las acciones de largo plazo y
líquidas con hojas de balance sanas y los balances de efectivo por
encima del promedio.
2. Crecimiento económico modesto en Estados Unidos y a nivel global.
Se prevé que el PIB global crezca en 3,4%, por encima del 3,1% de 2015,
lo cual está ligeramente por debajo de la tendencia. Un crecimiento de
alrededor de 0.5% más rápido que la tendencia es el pronóstico para
Europa, Estados Unidos y Japón. En Estados Unidos, se prevé que el
crecimiento del PIB se mantenga estable en 2,5% el próximo año, en la
medida en que un sólido mercado laboral compense el débil crecimiento en
la productividad.
3. Ligero incremento en la inflación. A nivel global, se
espera que la inflación general suba a 2,8%, en la medida en que los
efectos de la caída de los precios en las materias primas comiencen a
esfumarse. La inflación subyacente debería mantenerse estable, con
diferencias clave entre los mercados desarrollados y los emergentes.
Para finales de año, el desempleo en Estados Unidos debería alcanzar
4,5%, provocando un ligero incremento en la inflación en el próximo año,
incluyendo la inflación en los salarios y precios en 0,5% y 0,2%,
respectivamente. La inflación en los mercados emergentes podría
desacelerarse a 3,8%, por debajo del 4,3% de 2015. El patrón más fuerte
en 18 años por parte del fenómeno de El Niño representa un potencial
riesgo al alza para la inflación, particularmente en Asia y América
Latina.
4. El comienzo de la recuperación para los mercados emergentes.
Por primera vez desde 2010, el crecimiento promedio anual en los
mercados emergentes debería comenzar a aumentar a 4,3% en 2016, desde el
4,0% en 2015. Excluyendo a China, el crecimiento debería repuntar hasta
a 3,1% en 2016, desde el 2,6% de 2015. Cerca de tres cuartas partes de
las economías emergentes podrían mostrar signos de recuperación para
mediados de 2016, mientras que Brasil podría contraerse aún más a -3,5%,
en la medida en que lucha por salir de la recesión. Es probable que la
inversión se convierta en el factor clave para la recuperación del
mercado emergente. Se esperan retornos de los precios de los activos de
más o menos 2,7% de la deuda externa soberana, 2,5 a 3,5% para la deuda
corporativa de los mercados emergentes, y 1.0% de la deuda en moneda
local.
5. Tasas de interés: por encima de cero. Se prevé que la
Reserva Federal calibre cuidadosamente un alza de tasas en los próximos
dos años, con un aumento de 0,25% este mes, y tres o cuatro aumentos de
25 puntos base para cada uno de los dos siguientes años. Mientras tanto,
se espera una mayor flexibilización cuantitativa en Europa y Japón y
una mezcla de políticas para el resto del mundo. El Tesoro de Estados
Unidos a 10 años podría alcanzar 2,65%, y el dólar debería permanecer
fuerte, aumentando de 4% a 6%. La confluencia de tasas modestamente más
altas, el despegue de la Fed, y más presiones regulatorias probablemente
mantendrán riesgos en la liquidez para los mercados de bonos en el
primer plano.
6. Políticas monetarias divergentes: Estados Unidos y China van por caminos separados. Con
la Reserva Federal preparada para iniciar el alza de tasas y el Banco
Popular de China probablemente recortando tasas, las políticas
monetarias divergentes definirán los mercados de tasas y de divisas en
2016. Se prevé una mayor debilidad de la moneda china, con la divisa
depreciándose por encima del 7% frente al dólar en 2016. Esto podría
tener efectos negativos sobre las monedas asiáticas emergentes y los
mercados de materias primas.
7. Las materias primas bajo presión. Un dólar fuerte y un
contenido crecimiento global podría crear presiones a la baja en el
corto plazo sobre los precios de los commodities, no sólo en los
metales, sino también en los energéticos y en los granos. En general,
los retornos de las materias primas podrían mantenerse sin cambios o
bajar tanto como un 3,7% durante el próximo año. Los balances petroleros
se preparan para mejorar en la segunda mitad del año, con la
combinación de la demanda global y una brecha de producción de los
países fuera de la OPEC empujando al crudo de nuevo hasta los $55
dólares por barril. Mientras tanto, la demanda de gas natural debería
mantenerse robusta, con el diferencial entre el gas y el crudo
ampliándose. Los metales básicos probablemente se mantendrán suaves, con
el oro todavía luchando en la medida en que el dólar se fortalece y las
tasas suben.
8. El crédito está complicado. Las tendencias de los
fundamentales en los mercados crediticios globales son divergentes, y
parece que no hay ni un solo ciclo crediticio global. El optimismo está
en lo más alto por la alta calificación de Estados Unidos, con un 3 a 4%
de exceso en los retornos esperados para el próximo año. El mercado
bajista para los altos rendimientos de Estados Unidos continúa, con
pérdidas totales en los retornos de entre 2 y 3%. Se prevé que los
persistentes diferenciales en los rendimientos entre Estados Unidos y
los bonos corporativos globales obliguen a los inversores globales a
entrar en el mercado estadounidense, y con retornos potenciales tan
altos como de 6 a 7%, al tiempo que los bonos corporativos a 30 años
podrían dar retornos similares a los de la renta variable en 2016.
Podría ser un año duro para el crédito en los mercados emergentes, con
una rígida divergencia en los retornos de país en país. Sin embargo, el
pronóstico en general para el crédito en los mercados emergentes es
positivo, con un retorno total de 4,0% para los altos rendimientos, y
2,5% para el grado de inversión.
9. Estrategia global de inversión. Se prevé que las
acciones globales aumenten entre 4% y 7% en el próximo año, con los
mercados de renta variable en Japón (fuertes en todos los ámbitos),
Europa (bancos) y Estados Unidos (cíclicos de alta calidad) entre los
más destacados. La perspectiva de BofAML para la colocación de bonos es
de posiciones largas para el dólar, la volatilidad y los bienes raíces;
posiciones cortas en los commodities y otros instrumentos crediticios;
acciones sobre bonos; mercados desarrollados por encima de los
emergentes; y el grado de inversión por encima de los bonos de alto
rendimiento. Y con el optimismo en torno a Main Street y los riesgos de
Wall Street, las mejores formas para invertir podrían ser comprar lo que
la clase media compra: minoristas masivos, bancos regionales y bonos de
grado de inversión.
10. La recuperación en el sector viviendero de Estados Unidos continúa.
Una mayor expansión en el mercado de bienes raíces de Estados Unidos es
uno de los pronósticos para 2016, con las viviendas comenzando en 1.275
millones, reflejando una recuperación en la formación de hogares. La
venta de viviendas existentes podría incrementar en 5% en 2016, mientras
que la de viviendas nuevas podría observar un crecimiento más robusto,
del 10%. La apreciación en los precios de las viviendas podría
desacelerarse en 2016, con los precios únicamente 1% por encima, un
reflejo de la sobrevaluación de las viviendas en relación a los
ingresos. Aunque el incremento en las tasas de interés supone un riesgo
para la recuperación en el sector viviendero de Estados Unidos, la
estrategia paulatina de la Fed podría impedir un doloroso incremento en
las tasas hipotecarias. En el largo plazo, existen signos de un cambio
estructural en el mercado de vivienda hacia la renta sobre la propiedad,
y, a cambio, un incremento en la construcción de viviendas
multifamiliares.
FUENTE: EL ECONOMISTA ESPAÑOL
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